HIJO CON BAJA AUTOESTIMA
Soy
casada, ¿cómo elevar la autoestima de mi hijo?, siempre decae su ánimo cuando
no le sale algo bien.
La
verdadera autoestima, recordémoslo siempre, se cimenta y forman los padres en lo
cotidiano de la vida familiar, con sus actitudes, palabras y hechos. Las
instituciones educativas simplemente complementan lo hecho en casa, si nosotros
no intervenimos nadie lo hará. Partir de un diagnóstico y reflexión personal sobre
lo que hace daño al hijo, en su personalidad, en indispensable para responder a
tu pregunta.
Muchas
veces tenemos actitudes negativas que minan su carácter como: desprecio, ser comparado (por hermanos generalmente),
humillaciones, divorcio y separación de los padres, etc. Según su caso, vamos a
darle algunos consejos para ayudar a su hijo:
SER
COMPARADO: El hijo decae porque siente muchas veces que no puede, que es así,
porque usted siempre comenta que el otro hijo si puede y él nunca. Cada hijo es
diferente, tiene habilidades diferentes, uno es más lento que el otro. Nunca lo
compare sino observe bien sus dotes, que se diferencian del otro hijo. Y
siempre aliéntelo a terminar lo hecho, aunque le salga mal.
TRANSFERENCIA:
Nosotros los padres tenemos esa baja autoestima y lo expresamos en cosas que no
salen (trabajo, hogar, relaciones con personas, etc). Y también enojos o
molestias, que pueden ser acaloradas (nocivas) o expresadas sin efusividad pero
que transmiten negatividad. No estamos diciendo que seamos mentirosos y vivamos
en una burbuja de cristal, sino demostrarle al hijo que a pesar de todo, podemos
salir adelante. Hay personas carenciadas que viven felices, y otras con mucha
abundancia tristes. Todo depende de la actitud con la cual se enfrente el
problema, debemos transmitir eso a los hijos.
ENGREIMIENTO: Para
ellos sugerimos leer nuestros post SOBREPROTECCIÓN
e HIJOS DEPENDIENTES del mes de Setiembre. Esto quizás es lo más común en
nuestra sociedad actual. El hijo no hace NADA, o casi nada, y claro luego al
querer iniciar algo, o realizar una actividad sentirá dos cosas: Que NO lo
puede hacer. O, si lo hace y fracasa, NO querrá hacerlo más. Todo porque le
hacemos las cosas, siempre. Lo educamos inútil, con poco espíritu de emprender
algo. Para ello recomendamos que haga las cosas que puede hacer, de acuerdo a
su edad. Impúlsalo, aliéntalo, oriéntalo, empújalo, pero que lo haga solo.
Nos
imaginamos que estos tres puntos te han dado una luz en la mejora de la
autoestima de tu hijo. Todo depende, lo reiteramos, de los padres. La actitud
de nosotros depende la formación de la personalidad de nuestros hijos, de nadie
más. Comienza ahora, no dejes pasar el tiempo.
Luis
Flores Montes
luisfloresmontes@gmail.com
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