COMUNICACIÓN PADRES E HIJOS

¿Cómo mejorar la comunicación con mis hijos?. Es muy lejana nuestra conversación, por más que compartimos una comida o salida


Vivimos un tiempo de incomunicación en nuestra sociedad. Más del 80% de nuestros clientes nos piden dos temas puntuales para sus empresas: mejora de problemas laborales y comunicación. Esto en la actualidad es una necesidad común en diversas empresas a nivel mundial. La raíz, una deficiente comunicación en el núcleo familiar.

Los padres en el hogar, en diversas ocasiones solo impartimos directivas, revisamos tareas o labores escolares, o simplemente deseamos que el hijo haya cumplido sus responsabilidades personales. Obviamente el hijo sentirá corto para luego expresar y tener confianza para atenderla o compartir sus deseos, anhelos e ideas. Podemos decir que escuchamos al hijo, pero seguimos cortando la verdura, viendo televisión o continúo con mi trabajo, sin observarlo, prestarle atención, amándolo. Porque amar no es solo dar cosas materiales y cumplir el horario de estar a su lado, es mucho más.

Un error es obligar al hijo a  expresarse, que nos cuente como le fue, si está bien, que necesita, y si es adolescente sentirá que lo ahogan e invaden su privacidad y peor aún deseará estar solo en su cuarto. Si es pequeño la presión cerrara su capacidad de comunicarse, sentirá vergüenza de articular palabras con los padres. Hay otras fórmulas que funcionan mejor que nuestra ansiedad por sabes más cosas de nuestros hijos. Usemos el sentido común y ganar primero su atención, su confianza.




Le aconsejo tener salidas en forma individual con los hijos, lo mencionamos en EL TRATO ENTRE HERMANOS, cada hijo mencionábamos el diferente uno del otro. Muchas veces nos cuesta llevar al hijo a ver un partido de futbol (por lo menos por televisión), salir a tomar algo con él. Si es mujer, en eso ustedes tienen una ventaja: les gusta  ver tiendas y ropa, usen esto para promover salidas con sus hijas, no importa que no compren nada, la idea es ganar su amistad, y esta es una fórmula que nunca falla.

Cuando estén en la mesa propicia conversaciones (nos imaginamos que Ustedes no comen con el televisor prendido, que bueno), dándole la palabra a alguno de tus hijos, y llama la atención si otro no escucha. Aunque sea una cosa intrascendente como por ejemplo: por qué tu profesor tiene ese nombre, por qué te gusta tal o cual cantante, etc. Lo importante es prestar atención, ponerse en los zapatos del otro. Tu hijo empezara a tomar confianza, contigo y para expresarse, esto ayuda mucho cuando el hijo es retraído o esquivo también.

Cuando uno le presta atención a la otra persona, se siente atendida, escuchada. Todas las personas tienen la necesidad, natural, de querer ser escuchadas, esto es inherente en el ser humano. Los hijos más aún, porque están en una formación constante, y depende de ti para que esto lo ayude a triunfar en la vida.


Luis Flores Montes  
@floresmontes

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